Latinoamérica. Los cuartos limpios, lugares de especial asepsia, son bastante usados en la industria farmaceútica, de investigación científica y tecnología, por eso Sacsa, una empresa mexicana de servicios de profesionales de limpieza, sugiere algunas indicaciones para limpiarlos y sanitizarlos. 

Es precio destacar que un cuarto limpio o “sala blanca”, debe cumplir con especificaciones que incluyen niveles muy bajos de contaminación por agentes externos. “Una polución en dicha áreas, donde los filtros de aire tienen que estar completamente limpios de bacterias o virus, podría poner en riesgo todo el trabajo que se hace ahí, y obviamente a todo el dinero que se haya invertido”, algo que se puede evidenciar, por ejemplo, para la creación de vacunas o de microchips.

Por eso se debe planear una desinfección regular de los espacios, para mantener las superficies y todos los dispositivos que allí están en las más perfectas condiciones.

Sacsa indicó que “los parámetros microclimáticos como humedad, temperatura, flujo de aire, así como sus partículas y hasta la misma presión e iluminación, deben estar estrictamente controlados”.

Según la compañía, algo tan mínimo como el ingreso de un animal o insecto “es motivo suficiente para cerrar por completo el área, para que servicios de sanitización industrial y de laboratorios, hagan su labor de manera cabal, donde incluso los filtros de aire tendrán que ser reemplazados”.

En ese sentido, para garantizar control total sobre la higiene Sacsa sugiere:

1. Cumplir los protocolos al pie de letra
2. Ocupar insumos según el trabajo de limpieza que se hará
3. Hacer una planificación con base en dos criterios principales: método y medio

“El primero atañe a limpiar en seco o húmedo, mientras el segundo significa usar el material más adecuado para el tipo de tarea a tratar, dentro de un entorno empresarial e industrializado, como algún tipo de trapo, utensilios largos para alcanzar lugares inaccesibles, materiales especiales para sanitizar así como productos químicos, entre otros”.

4. Tener en cuenta las regulaciones internacionales (como las normas ISO) que afectan el trabajo de limpieza
5. Contratar profesionales con los medios y métodos óptimos.
6. Contar con alfombras o tapetes que sean ideales para evitar la estática y la acumulación de bacterias. Sobre todo en entradas a las distintas áreas, para que puedan capturar eficientemente todo el polvo y demás suciedad que existe en un área muy transitada por personas.
7. Tener a disposición trapeadores mechudos especiales para el encapsular los líquidos derramados,
8. No olvidar que las mopas son esenciales para alcanzar los recovecos más inaccesibles. “Esto toma más relevancia en naves industriales o laboratorios con espacios altos”
9. Adquirir insumos capaces de tratar a las partículas más contaminantes y difíciles de erradicar, avalados por organismos. Como los paños antiestáticos, trapos y toallas sanitizantes.
“Los especialistas tendrán que saber con exactitud los materiales absorbentes a emplear, ya sea si son fibras de poliéster o algún otro tejido”.

10. Usar aspiradoras especiales para cuartos limpios. Estos aparatos para la desinfección empresarial. A diferencia de los domésticos no emiten carbono, pues “los sistemas industriales están diseñados para limpiar y no contaminar, por más pequeña que sea la emisión”.

Finalmente, Sacsa concluyó que los servicios especializados de limpieza y desinfección empresarial son los únicos entes capacitados para planear y ejecutar tareas tan complicadas. Asimismo, indicó que “cada organización con cuartos limpios para investigación y desarrollo, deberían.