Latinoamérica. Las fachadas cubiertas de vidrio permiten un amplio ingreso de la luz natural y brindan una inigualable vista amplia a quien esté en la edificación, pero al mismo tiempo son un reto de limpieza, pues demandan de mantenimiento y cuidados para no transmitir una imagen de descuido. 

Es relevante señalar que muchas de las edificaciones que utilizan grandes vidrieras en sus fachadas suelen ser edificaciones icónicas o rascacielos. Tal es el caso de la Torre Latinoamericana en México, un rascacielos de 181.3 metros que fue inaugurado en 1956; la F&F Tower en ciudad de Panamá con 236,4 metros de altura y una ilusión de movimiento por su estructura en espiral escalonada; y el proyecto de las Torres Atrio en Bogotá (Colombia) que se espera finalice en 2025, que contará con 268 y 200 metros respectivamente.

Pormenores de la limpieza de vidrios
De acuerdo con el texto “vidrios de fachada, guía de limpieza y mantenimiento” de la empresa, AGC Glass Europe se debe efectuar la limpieza y mantenimiento de los vidrios en condiciones de seguridad; asegurar la compatibilidad química entre los productos utilizados y el vidrio, pero también los demás componentes de la fachada, como aluminio, piedras y pintura; empezar por hacer una prueba en una zona pequeña cuando se inicie un programa especial de limpieza.

Ahora bien, la publicación es enfática en las prohibiciones generales frente a los cuidados del vidrio en las fachadas de edificios, pues prohíbe el uso de todo tipo de producto que contenga ácido fluorhídrico o derivados de flúor, ya que pueden destruir la capa y la superficie del vidrio; el uso de productos altamente ácidos y alcalinos, por ser demasiado abrasivos; así como no recomienda lavar el vidrio cuando esté plenamente expuesto al sol, antes bien, sugiere evitar la limpieza en los momentos en que haga demasiado frío o calor.

Limpiar fachadas de vidrio de rascacielos
De acuerdo con Limpio, empresa prestadora de diversos servicios integrales de limpieza y desinfección en la ciudad de Bogotá, “cuando se trata de grandes edificaciones con fachadas de vidrios se precisa el uso de equipos y maquinarias especializadas para prestar el servicio y garantizar los mejores resultados. Por consiguiente, es importante que esta tarea sea realizada bajo estrictos procedimientos de prevención de riesgo”.

En ese sentido, además de tener conocimiento sobre la limpieza del vidrio, por sus particularidades, la empresa de aseo debe tener conocimientos y certificación de trabajo en altura. Además de contar con las herramientas necesarias para acceder de forma cómoda a los cristales, ventanas, marquesinas y panorámicos, como lo son las cuerdas fijadas y tensores guías.

Para Limpio es indispensable que este tipo de requerimientos sea atendido por una empresa experta en limpieza de vidrios de altura que posea las herramientas de seguridad necesarias.

Además, especifica que esta labor “va a depender de las características específicas de la fachada, por ejemplo, qué tan alto y accesible es, puesto que no es lo mismo limpiar los vidrios de un edificio de diez pisos a tener que realizar el servicio para un rascacielos o, limpiar unos vidrios llenos de mucho polvo a tener que limpiar unos llenos de cal”. De ahí que esta empresa realiza una visita a las instalaciones previo a la entrega de una cotización personalizada.

Aditamentos para la limpieza de vidrios en alturas
Ahora bien, en palabras de Limpiezas Sil, una compañía de limpieza madrileña, “el método y las herramientas para limpiar vidrios en altura que contratemos dependerán siempre de lo altas y accesibles que se encuentren las ventanas. No será lo mismo abrillantar los ventanales de una oficina de tres pisos que dejar reluciente un rascacielos de los más altos de Madrid”.

La empresa española también apuntó que es posible hacer este tipo de aseo de ventanas con pértiga, o sea unos mangos extensibles, pues permite un alcance de hasta 20 metros de altura, evita tener operarios colgando de la fachada y por tanto reduce riesgos.

Por otro lado están las elevadoras, “estas grúas disponen de un brazo muy largo y extensible capaz de hacer ascender al operario encargado de la limpieza de ventanas en altura hasta un nivel bastante considerable. Las hay de diferentes tamaños, pero pueden alcanzar más de 24 metros”.

Finalmente, está la conocida limpieza con arnés, que es en la que “el operario se descuelgue por la superficie acristalada para poder realizar el trabajo de limpieza. El empleado se desliza desde el tejado del edificio y queda colgando”. Un método que según Limpiezas Sil sólo debe ser usado como último recurso, si la fachada no tiene otra forma de acceso debido al riesgo que conlleva dejar al operario pendido de cuerdas, pues en ese caso está sujeto a través de un arnés enganchado con mosquetones.