Latinoamérica. Durante el VIII Congreso Internacional de Seguridad, celebrado recientemente, diversos gremios nacionales hicieron un llamado conjunto a fortalecer la unidad del empresariado y priorizar la inversión en seguridad como herramientas clave para garantizar la sostenibilidad de los sectores productivos, entre ellos el de aseo, servicios generales y limpieza profesional.
Uno de los mensajes más contundentes lo dio María del Pilar Rodríguez, presidenta de FENASEO, quien representa a más de 400.000 mujeres y 40.000 hombres que trabajan en empresas del sector. “Una pequeña empresa no puede sola enfrentar una demanda civil. Pero juntas, como gremio, sí podemos hacerlo. La seguridad también es una inversión”, afirmó. Rodríguez insistió en que la solidez institucional de los gremios “define el futuro de estos trabajadores”, muchos de ellos expuestos a condiciones de alta vulnerabilidad.
El evento, que reunió a líderes gremiales de transporte, energía, distribución y seguridad privada, dejó claro que los desafíos regulatorios y económicos que enfrenta el país no son exclusivos de un sector. Arnulfo Cuervo, presidente de Fedetranscarga, señaló: “Esto no es un problema técnico ni sectorial: es un asunto que afecta a todo el país. Solo una representación gremial sólida puede evitar que estas decisiones se impongan de espaldas a la realidad empresarial”. También rechazó medidas como la imposición obligatoria de aprendices por parte del SENA, advirtiendo que la unidad gremial es un acto de responsabilidad con las empresas que no tienen representación directa ante el poder político.
Desde el gremio energético, David Jiménez, presidente de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (COMCE), advirtió que la seguridad privada debe dejar de verse como un gasto: “Cuando ocurre un delito, el costo económico y reputacional supera por mucho lo que hubiera costado un contrato preventivo de seguridad”, expresó, destacando la importancia de invertir en vigilancia, tecnología e infraestructura.
La problemática de la informalidad también fue abordada desde un enfoque internacional. Daniel Espinosa, vocero de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), alertó sobre el crecimiento de empresas que operan sin permisos y los riesgos que eso implica: “No es lo mismo contratar a quien cumple la ley que a quien evade todo”, sentenció.
El Congreso concluyó que la articulación gremial debe ser entendida no solo como un mecanismo de representación, sino como una estrategia efectiva para proteger el tejido empresarial y consolidar la seguridad como eje del desarrollo. Para el sector de la limpieza y el mantenimiento, donde miles de pequeñas y medianas empresas luchan por sostenerse, esta articulación representa una oportunidad y una necesidad.